Ya es la segunda vez que trabajamos con esta “bolita de amor” y la verdad pudiéramos hacerlo cientos de veces más. El único detalle es que la próxima vez esperamos verlo sin torta, porque a pesar de que las fotos quedaron bellas y pudimos captar algunas sonrisas, a Joaquín no le gustó NADITA la torta, y mucho menos ensuciarse. Como pueden ver, tuvimos que cambiar de locación a mitad de la sesión, porque el bebé huía de la torta -literal-. !Poechito! Igualmente, Joaquín es de comérselo, así que aquí les dejo el resultado para que se deleiten

Fotografía y dirección creativa: Cristina E Badell

Locación: Jardines Topotepuy, Caracas